martes, 5 de agosto de 2008

¿Operativo “Venganza” contra la Córdoba de Schiaretti y De la Sota?

En el gobierno cordobés se escucha por lo bajo que quien arma los disturbios en la provincia es la Nación para tener una excusa para intervenirla. Cuál es el reclamo y por qué empezaron las protestas y por qué militantes que responden al kirchnerismo se encuentran detrás de las movilizaciones que vienen sacudiendo a la provincia mediterránea



La provincia de Córdoba vuelve a ser nuevamente centro de interés para la Argentina, y es que debido a los fuertes y graves incidentes que se sucedieron la semana pasada por el proyecto impulsado por el gobierno de Juan Schiaretti de realizarle un recorte temporario a todas las jubilaciones superiores a los 5.000 pesos. Este proyecto y las reyertas callejeras que se sucedieron al momento de la votación de la misma en la Legislatura cordobesa, volvieron a dividir las aguas entre el gobierno provincial y el nacional.

Desde la provincia acusan a Nación de deberle más de 1.600 millones pesos de fondos para el sistema jubilatorio, y estiman que la deuda podría llegar a incrementarse unos 1.000 millones más. Desde las arcas nacionales responden que la Nación no le debe nada a la provincia y que todo se debe a la incapacidad para dirigir sus destinos que se tiene desde la administración que hoy manda Schiaretti, y que hasta hace unos meses atrás comandaba José Manuel de la Sota.

Justamente el actual y el ex mandatario provincial, fueron los sostenes de los productores rurales en su provincia, y se manifestaron desde un comienzo a favor de la postura del campo y en contra de las retenciones móviles que quería imponer el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, incluso fueron invitados de honor en el palco en la inauguración de la Exposición Rural en Palermo el sábado pasado. Esta actitud es la que dicen desde la provincia que la Nación no le perdona a sus dirigentes, y que por eso estaría en marcha un “Operativo Venganza” contra Schiaretti, que tendría que ver con la desestabilización en las calles como marco previo para que desde la Nación se pueda disponer la intervención federal de la provincia.

Las autoridades de la provincia mediterránea dicen que muchos de los detenidos en los incidentes de la semana pasada frente a la Legislatura provincial la semana pasada, no tienen domicilio conocido en Córdoba y que provienen en su mayor parte de lugares del conurbano bonaerense, y acusan por lo bajo a la organización social de neto índole kirchnerista “Barrios de Pié”, de ser los instigadores ideológicos de los actos de barbarie que se vieron por la televisión durante largas horas la semana pasada en la zona de la peatonal de la capital provincial.

Desde el gobierno nacional niegan cualquier tipo de injerencia en los reclamos de la población contra el proyecto impulsado por Schiaretti, y se quejan de que se acuse y se señale sin razón ni prueba alguna par desvincularse de sus responsabilidades políticas. Además critican a Schiaretti por levar adelante este tipo de medidas y haber criticado el proyecto de la Nación sobre retenciones móviles, que significaba quitarle a los que más ganan para darle a los que menos tienen; y que ahora apelan a quitarle dinero a los jubilados para tapar los agujeros negros de la administración pública provincial, algo parecido a lo que recurrió el ex jefe político de Schiaretti cuando estuvo en los gobiernos nacionales, y hablan del ex Ministro de Economía de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, Domingo Felipe Cavallo.

Por su parte, el ex candidato a gobernador cordobés, el carismático Luis Juez, aseguró en muchos reportajes que la Nación no le debe nada a la provincia, y si es así que Schiaretti lo demuestre con papeles a esas denuncias. Además volvió a reiterar sus críticas hacia De la Sota y Schiaretti y aseveró que la culpa de todo la tiene nueve años de desgobierno en Córdoba, manejado “por una banda” que usufructúa de los cordobeses, y tampoco desligó de sus responsabilidades al gobierno nacional por haber apoyado a lo que considera un “gobierno ilegítimo como el de Schiaretti, que se impuso a través del fraude electoral”.

Los sindicatos cordobeses a su vez, aseguran que el proyecto de Schiaretti fue vendido como una iniciativa que tocará sólo a las jubilaciones mayores de 5.000 pesos, pero que es mentira, ya que deja las puertas abiertas en uno de sus artículos a seguir imponiéndola en las jubilaciones menores a ese monto en caso de que así se requiera, y como aseguran que la situación de la caja cordobesa es de un total descontrol por parte de las autoridades provinciales, esa situación se desfalco a los jubilados se llevará a las jubilaciones menores, perjudicando a la mayoría del pueblo cordobés.

Las protestas fueron encabezadas por los sindicatos, en especial el poderoso Luz y Fuerza cordobés, que a lo largo de los años ha sabido mantener su independencia política, al contrario de lo que hicieron muchos sindicalistas en Nación, y se les fueron sumando distintos actores de la sociedad, como docentes, estudiantes, trabajadores estatales, organizaciones sociales, etc, haciendo masivas y multitudinarias sus concentraciones. Después el vandalismo superó a la organización de los actos y la violencia se dejó ganar ante la inminente aprobación de la norma provincial; entonces aparecieron los encapuchados que con palos, morteros caseros, bombas molotov, bidones de nafta para incendiar todo a su paso, desvirtuaron una protesta legítima que llevaban adelante decenas de miles de cordobeses en contra de la política del gobierno de Schiaretti.

Ahora los trabajadores y organizaciones sociales se encuentran cortando las rutas en distintos lugares de Córdoba como método de protesta contra esta medida del gobierno provincial, y le exigen públicamente a Schiaretti que sea tan paciente con ellos como lo fue con los ruralistas durante el “lock-out patronal” del campo contra el gobierno, y que no saque ahora su espíritu “represor” y mitigue las protestas populares.

El Sindicato de Luz y Fuerza cordobés tiene contactos muy estrechos con el kirchnerismo, es por eso que no fue de extrañar que se viera marchando junto a ellos a organizaciones sociales kirchneristas como Barrios de Pié, quienes fueron los blancos predilectos del gobierno provincial a la hora de destacar a los infiltrados a las marchas, y destacan que de los detenidos sólo cuatro eran trabajadores de Luz y Fuerza, y los demás eran todos militantes de agrupaciones sociales que no eran cordobeses ni tenían domicilio en Córdoba, sino que habían sido traídos desde el conurbano bonaerense para directamente “armar líos” en la provincia mediterránea.

En estos informes se basan las autoridades provinciales para ver la mano del riñón más cercano al ex presidente Néstor Kirchner como los autores intelectuales de los actos de violencia ocurridos la semana pasada en Córdoba, como una forma de enrarecer el clima en la provincia y de esa manera se pueda llegar a dictar la intervención federal a la misma, como una forma de “venganza” por su actitud a favor de los ruralistas en los más de 120 días de reclamo y que terminó cuando Julio Cobos votó en contra del mismo en el Senado.

Esta acusación que se lanza por lo bajo desde el gobierno cordobés, es totalmente negada desde Buenos Aires. A tal caso, ya se escucharon las declaraciones públicas del nuevo alma matter de Néstor Kirchner, como es el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien deslindó responsabilidades del Ejecutivo y del kirchnerismo en los mismos y pidió a los cordobeses que pongan más atención en el estado en que manejaron la provincia tanto Schiaretti, como su antecesor, José Manuel de la Sota.

De esta manera, el espíritu de “venganza”, “rencor” y “revancha” que muchos le adjudican al matrimonio presidencial hacia aquellos que se oponen a sus deseos, podría estar nuevamente sobrevolando la escena política argentina si estos hechos se siguen continuando en el tiempo contra aquellos dirigentes políticos que se opusieron a las medidas del gobierno en contra del campo, y salieron a manifestarse públicamente a favor del sector rural.

En vez de hacer una revisión de su política y de ver si no está equivocado en algo de lo que ha realizado, el gobierno nacional se sigue inmiscuyendo en la confrontación con todos aquellos que no están de acuerdo con su forma de ver a la Argentina y se enfrasca en peleas interminables a “todo o nada”, que lo pueden llevar a un estado de extrema debilidad y de knockout político de la que se a difícil volver a salir.

Córdoba es un ejemplo de estos enfrentamientos, de la manera en que se resuelva este conflicto que se vive en tierras mediterráneas, estará en buena medida cuál será el camino que usará el gobierno nacional para resolver los conflictos de aquí al futuro, si es con el espíritu de “revancha” que lo ha consumido durante estos cinco años de gestión o si lo hace a través del diálogo y el consenso con las partes. De acuerdo a como decida hacerlos, estará el bienestar de más de 40.000.000 de argentinos, que esperan una salida definitiva a sus problemas más cotidianos.

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