lunes, 17 de noviembre de 2008

Cuando se acaban los conejos de la galera, se caen las excusas

La estatización de las AFJP significó que el gobierno nacional pudiera contar con dinero contante y sonante para abarcar los gastos del año que viene. Los motivos por los cuales el oficialismo necesita de fondos en forma desesperada y por qué en la Argentina de los últimos meses la institucionalidad corre peligro ante la inestabilidad de los gobernantes


Hace más de tres décadas se produjo un diálogo imperdible entre el entonces canciller Alberto J. Vignes y el histórico líder radical Ricardo Balbín con la presidenta Isabel Martínez de Perón como testigo. El radical después de más de dos horas manifestaba lo nefasto del microclima que envolvía a la presidenta, el famoso "entorno". La contestación del canciller fue en ese entonces que la visión de Balbín era "muy pesimista”, a lo cual Balbín amenazó con irse y no lo hizo por respeto a la presidenta.

“A la presidenta la aplauden en la calle”, comentó Vignes. Ni lerdo ni perezoso, el radical replicó “sí, los 300 que le juntan todos los días cuando sale de la casa de gobierno. Pero llévela al cine y que vea si la aplauden cuando aparece en los noticieros”. Al ver que Isabel Perón no respondía y si lo hacían sus ministros opto por retirarse. Había ido a pedir humildemente que corrigieran el rumbo, ya que veía que la situación llevaba al gobierno a un callejón sin salida.

Si bien no existen las analogías en la historia, es importante detenerse a pensar que si existen circunstancias parecidas que ameritan su análisis. Basta con ver los últimos acontecimientos que nos regala la actualidad, para ver que se repiten más de lo que muchos temen. Tomemos por ejemplo el del último día viernes, cuando el ex presidente Néstor Kirchner en ocasión de su participación en el Foro Progresista de Santiago de Chile, pronunció un discurso que marca el grado de desequilibrio en que está sumido.

Primero le dedicó un buen tramo a responsabilizar a otros por los problemas actuales por los que pasa nuestro país. Justificó la supuesta falta de reacción popular contra el neoliberalismo a una estrategia de la derecha para infundir miedo en la población y quebrarla. Repite que esto se dio sobre todo en los '70 con las dictaduras que gobernaban en la región, una actitud adolescente que este gobierno tiene acostumbrado a la ciudadanía, sin hacerse cargo de nada de lo malo que ha realizado desde que se encuentra en el poder desde el año 2003. Luego pidió al auditorio progresista "no hacer el juego al discurso neoliberal que desprestigia a la política" y "falta a la ética" al "profanar y desprestigiar con cualquier información" a los que quieren "cambiar democráticamente y tocan intereses que ellos defienden".

Acá bastaría detenerse un ratito para comentar la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) realizada por la Universidad Católica Argentina (UCA). Este trabajo realizado por esta importante institución, señaló que el año pasado 1.080.000 chicos pasaron hambre. Calculan que este año afectaría a 1.200.000 chicos. "En el 2007 se estima que un 9% de la infancia urbana experimentó episodios de hambre", dice el informe, basado en las respuestas de padres de más de mil hogares de las diez ciudades más grandes de la Argentina.

De esto es de lo que falta hablar y señalar el gobierno, ya que en ningún momento comentó, sino que al contrario, lo esconden, que en nuestro país hay más de 12 millones de niños y adolescentes de entre 0 y 17 años, y que la mayoría de ellos están sumidos en la pobreza, y casi un 10% subsistiendo con apenas un peso por día. En 2007, el 60,77% de la población vivía en hogares vulnerables, en viviendas precarias, sin educación y con mala alimentación. En hogares vulnerables vivía el 53% de los chicos (6.360.000): 2.500.000 chicos hacinados (más de tres por pieza), y 1.680.000 con saneamiento inadecuado (hogares sin baño, agua potable e inodoro con descarga).

Al momento de estatizar el sistema previsional y debilitar la seguridad jurídica en la Argentina (como ya lo hemos dicho en reiteradas ocasiones en esta agencia), el gobierno aseguró que la medida se hacía para proteger los ahorros de “nuestros queridos viejos” y para proteger a los más chicos que están en situación de extrema pobreza. Hasta el momento no se ha visto ninguna iniciativa gubernamental que vaya en ese sentido y que sirva para ayudar a quienes más lo necesitan, sino que al contrario, se teme que la plata que entre por la estatización de las AFJP, se destine para bancar la campaña proselitista de las elecciones legislativas del año que viene y para pagar los vencimientos de deuda por más de 15.000 millones de dólares que la Argentina debe pagar si no quiere caer en default.

Pero los más de 30.000 millones de dólares que caerán al Estado al tener nuevamente en sus manos el sistema previsional, terminará siendo poco para un gobierno que se ha mostrado muy avaro a la hora de disponer de recursos para alimentar sus necesidades políticas. Es por eso que ya se habla de que las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), correrían el mismo destino que las AFJP y pasarían a manos del Estado. Esto sería una medida que instrumentaría aún más el debilitamiento de la seguridad jurídica en nuestro país, además de quedar muy mal parados ante el mundo, y las inversiones en vez de venir, como pretende el matrimonio presidencial, huirán despavoridos hasta otros terruños donde le garanticen que sus activos no van a ser tocados por el Estado.

El gobierno se ha sumergido en la tarea de permanecer en el poder cueste lo que cueste, y para eso necesita de dinero capaz de seguir comprando voluntades como lo ha hecho hasta el momento. Las promesas de obras públicas hechas a distintos gobernadores e intendentes a los que mantiene cautivos con la “chequera presidencial”, deben hacerse sí o sí, porque sino el proyecto político del kirchnerismo caería en el vacío y sin representación política. De ahí que el matrimonio presidencial no ahorre esfuerzos en la búsqueda de dinero fresco que sirvan para dinamizar sus arcas, y apeló a las AFJP, lo más pronto que tenía a su alcance, así que es de esperar que se siga con otros sectores para seguir aumentando los tesoros del Estado.

Pero en la ceguera en la viene sumergido el gobierno en los últimos meses, no ve que la realidad marca que un vasto sector de la población se está cansando de esta forma de hacer política y exige cambios profundos en el modelo de gobierno. En cambio, en Chile, Kirchner pidió que se abandone "el seguidismo de las encuestas" y cargó contra la prensa “que hace campaña en contra del gobierno”. Esto sí es de mal gusto, la prensa ha con este gobierno muy benévola, perdonándole muchas de sus actitudes autoritarias y sin sentido, y las encuestas en la gran mayoría siempre fueron monopolizadas por el oficialismo, o sea, que si ésta es la imagen que da el gobierno en el exterior, es lógico que cada vez quedemos más aislados como país.

Esto es irrefutable, y ya demostró el juez Griessa con términos muy duros e inusuales sobre la credibilidad de la República Argentina. Este juez estadounidense, decidió el viernes último mantener congelados los activos que las administradoras de los fondos privados de pensión (AFJP) poseen en Estados Unidos. Lo hará hasta cotejar si el Gobierno podría destinar esos activos para otros fines que los previsionales, en caso de que el Senado sancione la ley de estatización el jueves próximo.

Con personas que en muchos casos se muestran totalmente desequilibradas desde el plano emocional, se hace muy difícil que la Argentina pueda crecer desde el plano institucional, que es uno de los puntos que sin dudas está en el debe del kirchnerismo. La decisión del Procurador General de la Nación , Esteban Righi, de recortar las facultades de Manuel Garrido, el fiscal nacional de Investigaciones Administrativas (FIA), encargado de investigar delitos cometidos por funcionarios públicos, no hace más que mostrar el intervencionismo del Ejecutivo en las decisiones de la Justicia y la debilidad en la queda sumergido el sistema institucional en nuestro país.

El oficialismo debería dedicarse a gobernar en vez de pensar de que todo el mundo está en su contra, y dejarse de creer que hay persecuciones y campañas en detrimento suyo. Si se empeña en cuestionar la autoridad de los jueces para investigar los casos de corrupción que se suceden sistemáticamente en el gobierno, la única que sufre es la democracia argentina, que tanto logró conseguir después de dictaduras asesinas que mataron a miles de argentinos por pensar diferente, algo que sugestivamente este gobierno, amante de los derechos humanos, parece renegar, ya que se ataca a todo aquel que piensa distinto a ellos.

Al gobierno ya no le quedan conejos en la galera para sacar más recursos para su permanencia en el poder. Con la estatización de las AFJP, ya quedan pocos lugares a los que recurrir para acceder al dinero fresco para paliar sus deudas internas y externas, por lo que deberá apelar a su ingenio para conseguir nuevos recursos, teniendo el crédito internacional totalmente cortado y sin ninguna posibilidad de financiamiento externo.

Si el gobierno sigue creyendo que la realidad es la que marcan los actos preparados por los amigos en las ciudades del conurbano bonaerense, con actos con gente que no va por su propia voluntad sino porque las llevan, y cada vez que tiene que ir al interior del país, se deben suspender los actos por diversas razones, cuando la realidad es que no puede ir por temor a os escarches que se anuncian en cada una de las ciudades, la anécdota de Balbín con Vignes en presencia de Isabel Perón, tendrá más actualidad que nunca. Ojalá que el gobierno cambie el rumbo y no se choque contra un paredón como se chocó Isabel en aquellos momentos, y sepa torcer el curso desacertado que lleva en estos días. Más de 40 millones de argentinos lo esperan, por el bien de la democracia y de las instituciones de nuestro país.

1 comentario:

Horacles el griego dijo...

Hay que publicar las fuentes