“En las mesas políticas que hacemos los lunes se mencionó la posibilidad de que Daniel sea convencional constituyente”, admiten en las más altas esferas del gobierno provincial. Pero insisten en que “ninguno está trabajando en ese sentido, ya que Scioli sostiene que aún es prematuro hablar de asuntos electorales”.
La referencia alude a una idea del ex presidente Néstor Kirchner, a través de la cual evalúa convocar a una reforma constitucional en la provincia de Buenos Aires con el objetivo de postular al gobernador Daniel Scioli como convencional constituyente.
Es que desechada la opción -cuanto menos, desprolija- de lanzar al ex motonauta como diputado nacional, en Olivos encendieron la usina de posibilidades para 2009.
El sismo del campo no dejó al mandatario bonaerense tan herido como a otros dirigentes, y en las mediciones su figura cose-cha buenos niveles de adhesión.
El kirchnerismo evalúa, entonces, que si los comicios para convencionales se hicieran junto con las elecciones legislativas, el apellido Scioli encabezando las boletas po-dría generar un efecto arrastre.
La estrategia tiene un claro fin: garantizar un triunfo contundente en territorio bonaerense con la tracción de votos hacia abajo.
En medio de tantas elucubraciones, desde todos los frentes del justicialismo recordaron que la votación para designar a los eventuales reformadores de la Carta Magna se realiza por secciones electorales. En ese caso, el primer mandatario provincial sólo podría ser electo por la Primera, ya que tiene su domicilio en Tigre. Y, claro está, el efecto que se pretende lograr es más ambicioso que sumar porotos en esa zona.
Predecibles, algunos plantearon la necesidad de buscar una alternativa que derrumbe esa barrera formal.
Brainstorming
Pese a que algunos operadores bonae-renses del patagónico comenzaron a indagar en las posibilidades reales de sortear los escollos legales que impiden la opción “Scioli candidato 2009 por un distito único”, en rigor, los atajos no son muchos. Ni factibles.
La Constitución provincial establece que la elección de convencionales se llevará a cabo de la misma forma y por los mismos medios que la de diputados y senadores. Y la ley Electoral bonaerense (Nº 5109) señala que los legisladores se eligen por secciones electorales.
Hasta los más hábiles en el arte de valerse de cuanto artilugio legal descubren para solucionar estos menesteres, esta vez sostienen que el trámite no sería fácil.
“Si se quisiera hacer una ley a medida de Scioli, tendría que lograrse que la elección de convencionales constituyentes fuera por distrito único. Para ello, habría que modificar la legislación provincial y decir que ‘para el caso de una convención se toma a la Provincia como distrito único’. Es decir, que para casos de reforma constitucional las secciones no son ocho sino una. Sería muy forzado e inconsistente”, evalúan.
Machacan en el hecho de que “los convencionales se eligen exactamente igual que como a los legisladores provinciales: por secciones. Si se modifica el Código Electoral provincial, se podría tomar a Buenos Aires como distrito único. Pero una reforma a esa ley sería tirada de los pelos, porque se contradeciría con la Constitución provincial”.
En síntesis: es inviable armar un esquema ad hoc en este caso, ya que la Constitución es clara y no deja lugar a suspicacias.
“No es lo mismo que ocurrió cuando Felipe Solá pensó en buscar la reelección. Aquí no hay artículos difusos”, explican, para despejar dudas, los avezados letrados en destrabar aspectos de esta índole.
En la misma línea, expertos en derecho constitucional como Gregorio Badeni, Daniel Sabsay y Carlos Mayón coinciden en que “si los legisladores se eligen de acuerdo a las ocho secciones electorales, obviamente, lo mismo corre para los convencionales”.
Sostienen que buscar una hendija legal que permita que los constituyentes sean elegidos por distrito único, sería “inconstitucional” e “irregular”.
“No se puede modificar la ley Electoral provincial haciendo ninguna salvedad para la elección de convencionales constituyentes, porque esto está claramente especificado en la Constitución”, plantean. Y, naturalmente, una ley no puede modificar lo dispuesto por la Carta Magna.
Con todo, al titular del PJ nacional le queda una carta en la manga. “Quizá la idea de Néstor sea llamar a una reforma de la Constitución nacional. En ese caso, Daniel podría encabezar, tranquilamente, la lista de convencionales por un distrito único”, deslizan, con picardía, en ese sentido en la gobernación bonaerense.
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