el propio Moreno se comunicó con varios amigos durante las últimas horas para preparar su exilio.
Si bien los funcionarios más allegados al secretario, entre ellos el ministro Julio De Vido, desmintieron el viernes esa posibilidad, la salida de Moreno podría ser un hecho en las próximas horas.
La eventualidad de que Cristina Kirchner se desprenda de este funcionario tiene en vilo en estas horas a los mercados ya que sería una señal de que la Presidenta estaría dispuesta a revisar la orientación intervencionista de la que Moreno fue principal exponente durante los últimos años en todas las áreas en las que operó, desde la de Energía a la agropecuaria.
Hubo varios indicios de que, con independencia de la reestructuración que pueda imprimir a su gabinete, la inserción de Moreno en el círculo de la Presidenta tuvo algunas dificultades en los últimos meses. A tal punto que el propio De Vido le habría ofrecido a su jefa "reciclar" al funcionario en alguna oficina discreta de su vasto imperio administrativo.
Al parecer, no fue necesario. Pero Moreno dejó de participar en las discusiones con el campo y apenas se lo vio en reuniones de adoctrinamiento partidario a las que lo estuvo enviando Néstor Kirchner durante los fines de semana.
La última noticia, anterior a estas versiones de alejamiento, ocurrió hace pocos días, cuando protagonizó, junto a su esposa, un episodio de violencia con otros parroquianos de un restaurante del barrio sur.
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